miércoles, 9 de mayo de 2018

Para Elena.

Cuando el mor se despierta,
suele ser impresionante,
una exclamación abierta
a un corazón principiante.
¿Qué siento, que puede ser
este agobio, esta inquietud?
Ceo que pudiera tener
en el pecho algún debud
que jamás lo había sentido,
un alegre cosquilleo,
un temblor desconocido,
que me disloca y deseo.
Me han dicho que es Cupido,
que con su flecha amorosa
me inyectó algo escondido,
que me pone ruborosa.
Me alegra que sea Alberto
el que ha cambiado mi vida,
el que me envuelve en afecto
y me tiene confundida.
Si te acercas a mí, vibro,
el rostro se me ilumina
y para nada ya sirvo,
es como una medicina
que cura todos mis males,
me das dicha y bienestar;
tu solo, todo ,lo vales.
Serás el que debo amar. 

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