Eres mi niña bonita
y mi primera bisnieta,
solo tu presencia incita
a declararte completa.
La cuarta generación
que, en mi vida, iniciaste
y la máxima ilusión
que, al nacer, me regalaste.
Ahora ya, mi princesita,
al cumplir tus doce añitos,
se ha vuelto una señorita,
que embellecen sus ojitos.
"Bisa, me dice, te quiero",
un día y otro día
y de ella todo lo espero
por su enorme gallardía.
Eres dulce y comprensiva,
con un don extraordinario,
que mueve tu perspectiva
hacia un mundo imaginario
de paz, de educación,
de transmitir emociones,
que impulsan al corazón
a repartir bendiciones.
Un cielo, en definitiva,
que ilumina tu mirada
y que será perspectiva
de tu larga andanada.
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