lunes, 25 de marzo de 2019

Oscuridad.

Ahora no luce mi vida,
porque se encuentra apagada
esa luz tan escondida
que se ha ido, dislocada.
Sin deseos de alumbrarme,
luchando por encenderla,
pero no quiere escucharme
y me muero por perderla.
No sé que debiera hacer
para alegrar un cariño,
que sufre sin merecer
y yo, amargada, me riño.
Su pena, es la pena mía
que no puedo remediar
y dura, día tras día,
sin poder solucionar.
Jamás creí que surgiera,
a mi edad, tan duro lance
y con lo mismo siguiera,
como contínuo romance.
Ignoro que puedo hacer
para borrar su lamento,
cumpliendo con mi deber,
pero no llega el momento.

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