Lamentos.

Yo creía, que mi vida
nadie la dominaría
y, a mis años, copungida,
veo que razón no tenía.
Era simple, organizada
a mi gusto, a mi manera,
pero estuve equivocada
y vivo .como cualquiera.
Por el virus, sorprendida,
no es queja, es confusión,
quería ser mas comedida,
dueña de mi evolución.
Quizá el tiempo que me queda,
que no es mucho, en realidad,
tenga que aceptar la veda,
sin ver mejor calidad.
Temo que llegara el día
que, en las mismas circunstancias,
mi vuelo emprendería,
hacia lejanas estancias.
Pienso mal, no cabe duda,
quizá en tono demencial,
extremadamente aguda,
que espero sea casual.
Siempre he sido positiva,
pero, en estos momentos,
me he vuelto negativa.
¿Perdonad estos lamentos!!!

Dudas.

Mi lema es la comprensión,
quizás lo mejor que tengo.
me esfuerzo con atención
y las palabras retengo.
Para mí, es importante
estrujar explicaciones.
en el tema relebante,
hasta lograr decisiones,
sobre todo, en los momentos
difíciles de explicar,
porque son los sentimientos
los que me hacen suspirar.
A veces, doy "en el clavo
y me ayuda compensar
esa duda, ese estrago,
que, aún, se debe arreglar.
Los símbolos de la cara
son detalles importantes,
que resuelve y ampara
el fondo de lo impactante.
Me gusta mucho ayudar
a personas preocupadas,
que no saben conjugar
las duda descarriadas. 

Portero celestial.

Ahora que soy vieja,
pronto iré a visitar,
(lo tengo entre ceja y ceja)
a un portero singular.
que San Pedro debe ser,
sin dudarlo, éste será.
y él me podrá comprender:
"¿Qué has hecho en tu vivir?"
Muchas cosas, al parecer,
especialmente sufrir
y mucho amor extender,
que ha sido mi prioridad,
sin regatear, día a día;
por mi familiaridad
y el cariño que sentía.
Tanto amor he repartido
durante mi largo vuelo,
 que creo haber merecido
¡un cachito de ese cielo!

Sopor.

Después de haber visitado
tantos pueblos y ciudades
a lo largo del pasado,
con extremas cualidades,
no recuerdo casi nada,
ni las calles, ni parajes,
en mi larga andanada,
ni en sus tantos personajes.
Ví museos a montones,
pero no sé distinguir
en qué ciudad o cantones,
para luego describir.
Inusual revelación
y pobre en categoría
con muy mala relación
en contar lo que sabía.
Es verdad que visité
palacios en todas partes.
pero ni en donde y por qué
me gustaron mas sus artes.
Solo recuerdo la dicha
de admirar tanta belleza,
pero me quedo concisa
por mi atrofiada cabeza.´

Venecia.

Echando la vista atrás:

me veo en un crucero,

que no olvidaré jamás,

ni a sus aguas,ni al barquero.

Venecia, lo dice todo:

es la ciudad del amor,

que hoy, "a groso modo",

explicaré su candor.

Sus beldades fueron tantas,

que mi memoria no acierta

a recordar hasta cuantas

y eso si me desconcierta.

Sus "vaporetos", ligeros,

cómodos y silenciosos,

sus cantares plañideros

y sus puentes, tan hermosos.

Deseos de gritar, a voces,

la canción del gondolero.

para que vibres, que goces,

como yo, en su velero.

Una sorpresa: encontrarme

con el sillón de Atila.

que sirvió para sentarme,

aunque con "ira tranquila".

(Se dice de él, que en lo que pisó,

nunca la hierba creció).

Este recuerdo emotivo,

dirigió mi pensamiento

hacia algo positivo.

¡Fue, quizás, un gran momento!!!

Donaire.

Necesito otro aire
mucho mas justo y sereno,
si puede ser con donaire
para todo el mundo entero.
Vivo, sin vivir en mí,
como si yo no existiera,
no como antes viví,
todo se mueve hacia fuera.
Me siento muy solidaria
con los que tienen mi edad,
porque es la mas precaria
en tan dura enfermedad.
Asustada, me conformo
con lo que Dios nos envíe,
con mas o menos adorno,
aunque, al final, me desvíe.
Porque huyo hasta de mí
para pensar en los otros,
yo soy la que mas viví,
mas, quiero estar con vosotros.
Palabras muy atrevidas
para la edad que tengo,
estaban muy escondidas,
pero mas no las contengo.

Niños.

Tanto sufro y tanto sudo
pensado en la situación,
que casi que me consumo,
¡endeble es m corazón.
Esta táctica me mata
si persisto en lo mismo
y quiero decir: ya basta,
pero es un egocentrismo.
No quiero ser pesimista,
sino inculcar alegría,
debo de girar la vista
para ver qué me saldría.
Pues, a ver a qué me ciño:
piensa y encontrarás
alguna gracia de niño,
que son muchas, al compás:
Su dulzura, su inocencia
y su palabra cortada,
el beso sin trascendencia,
eso es una gozada,
que corta todos los males;
retenerlos en la mente,
sus preguntas virtuales,
anima hasta el subconsciente.
Gracias por vuestros encantos,
que serán siempre cordiales,
por vuestros graciosos cantos,
desentonados, geniales.

Coronavirus.

Sé que vas detrás de mí, como un loco,
para llevarme a la eternidad,
como a muchos de parecida edad,
advirtiéndome: "hoy no te toco".

A lo que, con instancia, me revoco,
jugando al escondite, en realidad,
parece el mismo mito de ansiedad
como el de mi niñez: "que viene el coco"

Igual a un simulacro anodino,
al confundir al niño con el viejo,
en este caso, mucho mas peregrino.

Mas hiriente y mucho mas complejo,
por el que me confundo y alucino,
se ha mostrado el dorso del espejo.

Último baile..

La vida se debilita
con los años, tristemente
y el motivo, me incita
a vivir pausadamente.
Poco tiempo ya me queda
para emprender el vuelo
y, ahora, con esta veda,
me veo ya subida al suelo.
El consuelo de vivir
se logra en la facultad
de moverse sin pedir
claustro en la soledad.
Quizá, el tiempo que me queda,
me lo robe este motivo,
drástico, y ya no pueda;
pero, por suerte, aún vivo,
sin tirar globos al aire,
estoy en zona de riesgo,
Dios quiera que en este baile,
baile bien..., si lo merezco.

Lluvia.

La lluvia está ayudando
a calmar nuestra impaciencia,
el suelo se está mojando,
en signo de reverencia.
No nos invita a salir,
estamos mejor en casa
y podemos presumir
de que los campos arrasa.
Para la agricultura
es un bien muy deseado
y a nosotros nos depura
con su olor inesperado
de la tierra, ya mojada,
que arrastra la suciedad,
con su ardiente bajada
y ampara la sequedad.
Siempre será bien venida
 y más en esta ocasión
de la España recluida,
que llora esta situación.

Riesgo.

Me mitiga la esperanza
entre la insatisfacción,
solo ya, la confianza
admite mi devoción.,
porque la intransigencia
a nada conduciría.
solo queda la paciencia
que, quizás, nos salvaría.
De momento, acumular
circunstancias positivas,
qoe las hay, al escuchar
notícias televisivas,
que deben ser admitidas,
aunque, en el fondo, dudamos,
aún siendo tan extendidas,
porque lo cierto esperamos.
Tanto riesgo y tanta espera
me ayudan a meditar,
quizás como se debiera,
hasta el éxito lograr.

Infierno.

Hasta el reloj no marca,
porque el silencio es eterno
y nuestra alma suspira
para paliar este infierno.
Conlleva mucha paciencia,
que está lejos de mi mano,
mi ansiedad será obediente,
para que el ritmo sea sano.
Se puede hacer con esfuerzo,
que sería nuestro deber,
aparte, sería un refuerzo
que se ha de hacer, sin poder.
Poniendo en la balanza
dos términos ambientales:
la salud de la bonanza
o consecuencias fatales.
Amo la vida, a mansalva,
aún teniendo tanta edad,
por eso elevo la palma,
signo de cordialidad.

Entrega.

Cada persona ha elegido
vivir a su manra
y algunos han procedido
a estudiar una carrera.
Las nay de letras de ciencias.
un confín de variedades
según dicte su docencia
y unas buenas facultades.
A muchos, la medicina,
de caracter altruista,
que su saber les conmina
hacia una bella conquista.
La de sanar a la gente
de forma vocacional
y entregar su contingente
a estilo espiritual.
Hasta llegar al contagio
para salvar a cualquiera,
un importante presagio
de valor, que él eligiera.

""vUELOS"

No me gustan las manadas,
mas de dos es multitud,
y menos las escapadas,
odio la similitud.
Hay momentos en la vida,
que la unión hace la fuerza
y  de eso estoy convencida,
no hay duda que se refuerza.
Pusilánime, si soy
para encontrar compañía,
la elijo por donde voy
para unirla a la mía.
Mas o menos, semejante
a mis rasgos interiores,
en educación, talante
y también en diversiones.
No admito majaderías,
ni tonos altisonantes,
tampoco las naderías,
hay cosas mas importantes.
Tengo muchas amistades
que lo son en realidad,
de diferentes edades,
una sola de mi edad.
Otras, se fueron marchando
hacia otra vida mejor
y allí me están esperando,
volando a mi alrededor.

Complacencia.

Me recreo en mi terraza,
tomando el sol, sentada,
que es una perfecta baza
par obviar esta redada.
El ambiente es perfecto,
divisando mis macetas
que están cumpliendo su efecto,
para lo que están sujetas
y, a la vuelta, florecer
con sus colores diversos,
que tanto nos gusta ver,
apiñados o dispersos.
Ahora, se vislumbran verdes
que aumentan su intensidad,
de color claro a mas fuerte,
con normal complejidad.
Me apresuro a regarlas,
que me hace mucha ilusión,
es un privilegio amarlas,
¡nos lo manda el corazón!

Cambio de "terno"

Milimetramos las cosas,
hasta "por los codos", vemos,
los claveles y las rosas
ni siquiera las olemos.
Todo es sucio, desastroso
y, en ello, nos recreamos
y, en cambio, lo mas hermoso
parece que lo orillemos.
Quisiera recuperar,
por, lo menos, las ideas
y poderlas transformar
en bellas, las que son feas.
Soy flexible y sin embargo
no quiero rendirme ahora,
sería un importante cargo,
que resolvería a deshora.
Yo, que soy tan soñadora,
soñaré en  lo que me atrae:
en los trajes de señora,
por si alguno, bien me cae.

Fortaleza y compañía.

Contacta con tus amigos,
explícales tus temores,
da tus prendas, tus abrigos
y ayuda en sus labores.
Hay que estar cerca, unidos,
si no corporalmente,
porque estamos recluidos,
por lo menos, mentalmente.
No debemos inhibirnos
en cariño, en amistad
y, sobre todo, unirnos
y hablarnos con claridad.
El mal de muchos, es menos
si sabemos ayudarnos,
procurando ser amenos
y obviando lo que marcaron.
Fortaleza y compañía
creo que es el mejor lema,
la soledad desconfía
de otro fútil sistema.

Trilogía.

Si el sol me alumbras a diario
y la luna me seduce,
será algo extraordinario
ver a donde me conduce.
Hacia un cielo infinito
que amparará mi vivir
por un camino bendito,
no podría mas pedir.
Serían mas dulces las cosas,
las vivencias, los placeres,
los crisantemos, las rosas,
según nuestros pareceres.
Cada cual tiene su gusto
para actuar y objetar
sobre un pintura, un busto,
para después recordar.
Yo recuerdo sin cesar
al mar, al sol y la luna,
una visión ejemplar
que archivé desde mi cuna.

Extremaunción.

Otro virus, traumático,
en mi niñez me atrapó,
"tifus exantemático"
que, en mi niñez, me dañó.
Con fiebres espeluznantes,
superiores a cuarenta,
y desvaríos contantes,
con dedicación completa.
Total desconocimiento
de `palabras y sentidos,
en continuo tratamiento
en el fondo e invertidos.
Altamente contagioso,
comida: medicamento,
en músculos: desastroso.
y un total desaliento.
Adelgacé enormemente
y quedé desconocida,
ni el espejo era consciente
de mi efigie desnutrida.
Llegaron a extremaunciarme,
pensando que me moría,
mas, llegué a desatarme.
¡La vida me requería!

Alabanza.

En el fondo de mi alma
tengo que hallar la templanza,
la tranquilidad, la calma
y, si es así, la alabanza.
Si alcanzase resultado,
no tan fácil de hallar,
pues debe ser madurado,
me parecería ejemplar.
Que debe de ser intenso,
de máxima identidad,
inteligente, diverso
y de inmensa calidad.
Quiero intentarlo a diario,
aunque me cueste esfuerzo,
implantando un quincenario
e imponiéndome algún rezo.
Quiero y pienso poder
y eso es muy importante,
incluiría el deber,
que de eso, si tengo parte.

Refugio.

Otro día en mi refugio
como está mandado , en casa,
es un simple artilugio
hasta ver si el virus pasa.
Paciencia, mucha paciencia,
lo único que me falta,
mi ansiedad hace presencia
y en las circunstancias, alta.
Pero estoy acostumbrada,
con los años a la vista,
a sentirme consolada,
¡pues de tanto tiempo, dista
Encontraré la manera
de ese ocio, enterrarlo,
en principio, como fuera,
procuraré ahuyentarlo.
La vida, ya me ofreció
muchos momentos de gloria,
ahora el ambiente cambió
y he de buscar la euforia.

Ciclo.

Mi vereda es incierta,
la misma que intuía,
si antes era correcta,
ahora creo que se desvía.
En un segundo, siquiera,
la vida se desbarata
aunque nadie lo quisiera,
lo atado se desata.
Esta ciclo es ambicioso
en derroche, ofuscación,
así estamos al acecho
de otro nuevo, en compasión.
Nos inhibe la paciencia,
que también es peligrosa,
porque, entonces, la conciencia
se vuelve mas codiciosa.
Un cúmulo de estrategias,
que no se sabe labrar,
nos ocasiona hasta alergias
en la forma de actuar.

Ultima vela.

Llegó lo que no quería:
recluirme en mi casa,
que es de lo que yo huía,
"todo llega, todo pasa"
Ya me he quedado sin nada,
lo único que tenía,
es una buena redada,
¡ya dije que moriría!.
Otro no en mi carretera,
que aumentan en demasía,
ahora, en la primavera,
como en invierno sería.
A todo me he acostumbrado
en el correr de mi vida
y, ahora, me han apagado
la última vela encendida.

Silencio.

El miedo es contagioso
y sin tenerlo lo sientes,
porque es tan doloroso
que, sin querer,  lo consientes.
Yo, que soy extrasensible,
me afecta en grado sumo,
a mi edad es comprensible,
es de la vejez, escudo.
No puedo disimular
y me atengo a lo que sé,
mi ansiedad es singular
y el trstorno no se vé.
Por eso, me cuesta tanto
obviar lo que es cierto,
pèro me inhibo y me aguanto,
sin decir lo que presiento.
¿Hasta cuando, pienso yo,
tendré que disimular?
Poco aliento me quedó ,
pero me obligo a callar.

Atrofia.

Hoy no podré dar consejos
como lo hago a menudo,
estoy un poquito lejos
de esta norma y lo dudo.
Me siento como atrofiada
en mi aspecto interior
y poco capacitada
para llegar a mejor.
Hago honor a mi sentir
para poder liberarme,
si no, sería no vivir
sino extralimitarme.
Imposible decir sí
cuanndo sabemos que es nó,
eso, siempre lo entendí
y lo acuso, siempre, yo.
Hago honor a mi sentidos,
que existen, aunque maduros,
incluso, hasta divertidos,
peo son nobles y puros.

Prever.

Preveo un rayo de luz
dentro de la incertidumbre,
como una similitud
dentro de nuestra costumbre.
Variarla, puede ser.
pero nunca destruirla,
algo para entrever,
pero nunca reducirla.
Una vez acostumbrados
a diversos menesteres,
no deben ser anulados,
son parte de las placeres.
Mas bien, son satisfacciones
con el tiempo arraigadas,
casi, casi, devociones
que deben ser conservadas.
Si lees, sigue leyendo:
si rimas, sigue rimando:
si sales, sigue saliendo
y si amas... sigue amando.

Amor con amor...

Es muy bonito vivir
pensando en los demás.
lo importante es remitir
tu sentir por donde vas,
sobre todo a tu familia,
que es la razón principal,
pues con el alma, concilia,
por principio elemental.
Todos rodean mi cariño
con su dulzura, su encanto,
desde el ayor hast el niño,
a los que yo me adelanto.
Ellos me dan alegría,
ilusiones, comprensión,
sobre todo valentía,
que es mucho en proporción.
Vibro, sin cesar, por ellos,
que son los que me alimentan
de entusiasmo y anhelos,
en general, me contentan.
Me moveré en mi ambiente,
sabiendo que son felices,
que lo son en el presente
y en todas sus directrices.
"Amor con amor, se paga",
una verdad manifiesta
y mas de la  misma rama.
¡No me olvido de la apuesta!

Qué hago?

Me veo entre dos aspectos:
el de anteponerme o no.
pero luego los conceptos
quien los dirime soy yo.
Entonces pienso y rebato
para ver cual me conviene,
me inclino por el recato
que es el que mas puntos tiene.
Este último detalle,
que se fija para siempre,
aunque algunas veces falle,
me adornaría el temple.
Versátil y atractivo,.
a veces, impertinente
y otras veces conflictivo,
complicaría mi mente.
Acato la medianía
que es la que mas me conviene,
la pereza me daría
inactividad perenne.

Pérgola.

La pérgola fue el espacio
donde me sentí integrada,
la que visité a diario,
¡me sentía tan relajada!"
Mi "modus vivendi" era,
con sus ramas y sus flores,
siempre en la primavera
aproveché sus olores.
En su silencio, versaba
y allí la siesta dormía,
su alegría me cautivaba,
como en un cielo, vivía.
Otros tiempos, otros lujos
y ambos detalles se aunaban,
me movía en otros flujos,
invisibles, que reinaban.
Alegría, confianza
en un terreno mejor,
pleno de amor, de prestancia,
¡Un ámbito superior!

Orden.

La voz del orden me llama
para organizar el día,
mi cerebro me reclama,
dá orden a mi travesía.
Poca cosa puedo hacer,
pero tengo un calendario
que debo recomponer
parecido a un relicario.
Hoy toca ir a comprar
lo que se quiere comer,
lo que hay que caminar,
qué me puede apetecer.
¿Qué es lo que prefiero?
El apetito se cierne
entre lo poco que quiero
y luego lo que se merme..
Me es difícil dirimir
entre uno y otro plato,
hasta, a veces, suprimir
por napetencia lo flato
En fín, entre asesorarme
vestir y cafetería,
me falta solo entregarme
a la buena hostelería.

Flores.

Hoy, el día me ha premiado
con una cesta de flores,
regalo que he apreciado
por venir de mis amores.
La rosa, protagonista,
las gardenias, tulipanes,
iluminaron mi vista
de reflejos, a raudales.
Toda la naturaleza
colma mi vida de amor,
está llena de grandeza.
ensanchada por la flor.
Un día insignificante
que ha llenado de alegría
mi vida, en un instante,
algo que no suponía.
Este símbolo de amor,
que es lo único que quiero,
ha ahuyentado mi dolor
con un lenguaje sincero.

Bandos.

Inoportunos hay muchos,
lo mismo que mandatarios
y, si embargo, no hay duchos
que apoyen a los sectarios.
No hay un sector por igual
de un bando contra otro,
lo que resulta fatal:
"una hormiga frente a un potro".
El desanime es constante,
que es el que ahora impera,
algo mas preponderante,
por eso nos desespera.

Bandos.

Inoportunos hay muchos,
lo mismo que mandatarios
y sin embargo no hay duchos
que apoyen a los sectarios.
No hay un sector por igual
de un bando contra otro,
lo que resulta fatal:
"una hormiga contra un potro".
El desánimo es constante,
que es el que ahora impera,
algo más preponderante
de lo que dista la espera.
Seamos mas pacientes
sin llegar al desespero,
quizás mas condescendientes
al tratarlos con esmero.