Hasta el reloj no marca,
porque el silencio es eterno
y nuestra alma suspira
para paliar este infierno.
Conlleva mucha paciencia,
que está lejos de mi mano,
mi ansiedad será obediente,
para que el ritmo sea sano.
Se puede hacer con esfuerzo,
que sería nuestro deber,
aparte, sería un refuerzo
que se ha de hacer, sin poder.
Poniendo en la balanza
dos términos ambientales:
la salud de la bonanza
o consecuencias fatales.
Amo la vida, a mansalva,
aún teniendo tanta edad,
por eso elevo la palma,
signo de cordialidad.
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