Extremaunción.

Otro virus, traumático,
en mi niñez me atrapó,
"tifus exantemático"
que, en mi niñez, me dañó.
Con fiebres espeluznantes,
superiores a cuarenta,
y desvaríos contantes,
con dedicación completa.
Total desconocimiento
de `palabras y sentidos,
en continuo tratamiento
en el fondo e invertidos.
Altamente contagioso,
comida: medicamento,
en músculos: desastroso.
y un total desaliento.
Adelgacé enormemente
y quedé desconocida,
ni el espejo era consciente
de mi efigie desnutrida.
Llegaron a extremaunciarme,
pensando que me moría,
mas, llegué a desatarme.
¡La vida me requería!