¿Por qué luchamos tanto por la vida,
si de un hilo pendiente siempre está,
si, al fin y al cabo, queda reducida
a una norma que está trazada ya?
Intentamos labrarnos un futuro
y nos mostramos fuertes, incansables.
Cuando lo damos todo por seguro,
surgen, entonces, los imponderables.
Demostrando que somos impotentes,
de llevar al final lo programado.
Por muy capaces y muy suficientes,
no podemos torcer lo ya trazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario