Cuando me encuentro sola y alejada,
de todas las personas que me quieren,
me siento triste y desconsolada
y los recuerdos, sin querer, me hieren.
Necesito querer y ser querida,
depositar en alguien mi cariño,
pues, sin amor, la vida no es vida.
¡Soy tan sensible, como cualquier niño!
Me resisto a admitir la soledad,
que me abate, me asusta, sin remedio.
Quiero vivir en solidaridad
y, lo que así no sea, me causa tedio.
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