Un año mas, añado a los vividos.
En tropel, mis recuerdos se amontonan,
los que a ti se refieren, me emocionan,
porque, sin duda, son los mas queridos.
No olvido nuestros rostros compungidos,
dispuestos a olvidar, mas, no perdonan:
nuestras almas, dolientes, se fusionan,
para avanzar, con pasos decididos.
Así, gracias a Dios, hoy, nos sentimos
liberadas de aquellos malos días,
que, entre sudor y lágrimas vivimos.
Mi amistad, con orgullo, compartías
y las dos, en el alma, la sentimos,
como niñas pequeñas, como crías.
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