lunes, 15 de junio de 2015

Pasividad.

Quiero saber por qué ya no te quiero,
quizá, porque no siento lo que sentía
cuando te conocí, como aquel día.
Ya no puedo decir por ti me muero.

En mi pasividad, ya no prefiero
los besos de pasión que te pedía,
no te valoro ya, como querría,
ni pienso como tú, en todo difiero.

Quisiera a otros años retroceder
y sentirme feliz, como lo era,
pero ya, tristemente, no puede ser.

No late el corazón como latiera,
aunque sigo consciente de mi deber
y a tu lado estaré, hasta que muera.

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