domingo, 5 de febrero de 2017

Una niña.

Me sugestionó el momento,
de una niña, agradecida,
a un benefactor, atento,
a una vida empobrecida.
Fueron preciosos lamentos,
y una simbiosis perfecta.
de ambos, llorosos, contentos
el que ofrece y la que acepta.
Cuesta tan poco, ayudar,
a otro ser, en su destino,
que glorifica el pensar,
que has cambiado su camino.

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