miércoles, 1 de febrero de 2017

Año 1.936.

Hoy, me viene a la memoria,
recuerdos de un pasado,
ya grabado en la Historia,
francamente, desgraciado:
Cuando la guerra, sombría,
oscurecía los hogares.
El refugio, recibía,
personas, a centenares.
Emblema de sufrimiento,
de rechazo a la crueldad,
de enorme enfrentamiento,
e insuperable maldad.
Era niña y como tal,
el miedo me revertía,
como símbolo crucial,
que, entonces, no concebía,
el por qué, en realidad,
de la lucha fratricida.
Mis juegos y jovialidad,
primaban sobre la vida.
Ignoraba los motivos
y entresijos del desastre,
solo que eran repulsivos,
que originaban un lastre,
incómodo y negativo,
reforzado en la estrategia,
de paliar cualquier motivo,
dentro de la inteligencia.
Las epidemias, también,
hicieron su aparición,
para mal, no para bien.
¡Extraña desolación!

No hay comentarios:

Publicar un comentario