miércoles, 2 de diciembre de 2020

Cieno.

Nos movemos en el cieno
y está difícil salir,
se asemeja al veneno,
que te mueres, sin sentir.
No te das, siquiera, cuenta
de en donde te has metido
si es una puerta abierta
o es un pozo indefinido.
Siempre, he sido partidaria
de la propia sencillez,
normalmente, voluntaria,
si se nos diera a la vez.
Parece que el pensamiento
nos obliga a la verdad
aunque algún conocimiento
se ajuste a la adversidad.
No perdamos el sentido,
"todo empieza y todo acaba",
todavía no está medido
cuando abrirán la aldaba. 

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