Me diste, lo que había soñado:
tu respeto, tu entrega en el amor.
A mi alma, le hiciste un gran favor,
dándole paz, teniéndome a tu lado.
El destino, no me había abrazado.
Fue encomiable tu enorme labor,
con paciencia, dulzura y calor,
hacia un ser, que estaba acongojado.
Contigo, me sentí realizada.
Supe sacar valor, de la flaqueza,
al sentirme, por ti.acariciada.
Mi rostro, reflejaba la belleza,
que posee toda persona amada.
¡Alejé, para siempre, mi tristeza.
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