Después de varios días sin versar,
porque alejada estuve de esta playa,
que la recuerdo, vaya donde vaya,
por sus color, por sus rocas, por su mar,
hoy vuelvo, nuevamente, a contemplar,
la más hermosa, a mi entender, que haya
y a mi musa despierta y explaya,
las ansias de loarla, de rimar.
Su arena, como un manto dorado,
que besa a las olas, suavemente,
y espera su llegada, apasionado,
una y otra vez, constantemente,
me acoge cariñosa y he notado
que se alegra, por tenerme presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario