miércoles, 4 de noviembre de 2015

La luz del día.

Las flores, aman al día
y el día ama alas flores,
por sus hermosos colore,
por ser signo de alegría.
La luz, es mi prioridad,
es, recrear la visión,
en cualquier contemplación,
indistinta por la edad
y ver la naturaleza,
sin escollos, sin precintos,
con sus albores distintos,
impregnados de belleza.
En cambio, la oscuridad,
me produce escalofrío,
por su engranaje sombrío,
clave de inseguridad.
Los sueños, solo, ofrecen,
pasajes inusitados,
extraños, enmarañados,
que, virtualmente, crecen,
aminorando la mente,
que descanso necesita
y, de una forma inaudita,
la nubla, incorrectamente.
Noche y día, en su conjunto,
tienen su razón de ser
y, ambos, cumplen su deber.
¿Cómo coordiné este asunto?

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