miércoles, 1 de agosto de 2018

Buen recuerdo.

Junto al mar he vivido
días de pétalos y rosas,
solo allí me había escondido
entre unas calas rocosas.
Ese amor por excelencia
hacia la naturaleza
iluminó mi presencia
con impecable belleza.
Sus olas, su colorido
azul o azul verdoso,
mas o menos encendido
hacían mi enclave gozoso.
Su movimiento y reflejos,
con placer me adormilaban,
entre luces y espejos
que mis ojos subyugaban.
La conjunción con la luna
la aprecié día tras día
y era, sin  duda alguna,,
lo más bello que veía.
Cuantas veces, por la tardes.
tumbada sobre la arena,
contemplaba sus alardes
de consideración plena.
Toda esta maravilla
la recuerdo con fervor,
en una preciosa villa 
que se respiraba amor.
Seré fiel a sus encantos,
que he guardado con estima.
Fueron tantos días...¡tantos!
los más dulces de mi vida.

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