Sin querer, das tropezones
en el mismo sitio, a veces
y sin saber las razones,
te molestarán con creces.
Siempre estamos predispuestos
a ciertas contrariedades,
que serán los imperfectos
y ofuscan las vanidades.
Nos mueve la imperfección
sin apenas darnos cuenta
y es cuestión de ofuscación,
que sin querer se presenta.
¿Quien es perfecto, en esencia?
Se dan casos especiales
inferiores, en presencia,
que, quizás, no sean reales.
Ser sabio, no es ser perfecto
en todas sus dimensiones,
se barajará el efecto
y no sus contradicciones.
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