jueves, 9 de agosto de 2018

Cuento.

Una vez, había un negrito
que estaba sometido
a la esclavitud y al grito:
"muévete que estás dormido"
Mi padre me lo explicaba,
siendo niña todavía
y despiadada, lloraba
hasta que ya me dormía.
Para mí, fue una lección
positiva, en mi niñez,
de entrega, de abnegación,
de réplica en este hacer.
Hirió mis sentimientos
por su excesiva maldad
y elevó mis cimientos,
en honor a la verdad.

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