Subterfugios.

Lo póstumo de mi vida,
quiero creerlo distante,
aunque estuviese aterida,
mi situación es radiante.
Tengo el joven encendido,
todavía dentro del alma,
me falta mucho corrido,
pero me sobra la calma.
Necesito los regazos
que no puedo recibir,
sus besos y sus abrazos,
para poder resistir.
Sin ello, no voy a irme,
me lo impide mi cariño,
intentaré resistirme
y a paciencia me ciño.
Mientras tanto, me rodeo
de sueños y subterfugios,
solo así, yo me recreo,
sin el virus y sus perjuicios.

Soñar...

Esta noche, pude verlas,
en el mar con sus riquezas,
los corales y las perlas,
con otras tantas bellezas.
Me subyugaban las algas
y los peces de colores,
con sus aletas muy largas
y de excelentes sabores.
Si los sueños, sueños son,
me obcecó la sirenita,
con su elegancia y su don,
al mostrarse tan bonita.
Su piel, tan sugerente:
azul, verde, colorado...
y su cola reluciente,
de diamantes adornado.
Una visión admirable
que, con gracia, me sedujo,
altamente encomiable
que, al momento, se introdujo
en su habitat, la mar,
con estruendoso oleaje,
que a cualquiera hacía soñar.
¿Era un plácido paraje!

Vagar.

Procuro ser consecuente
con mi formato de  vida,
mas comprensiva y prudente,
esperando la partida,
que, sin duda, va a llegar,
a ver lo que nos conjura;
primero, hay que esperar
y, después, romper la duda.
Seguro habremos logrado
la libertad esperada
el delirio caducado,
y la verdad confinada.
Lo único a mi favor,
porque lo demás me sobra,
es mantenerme a babor
en mi rima y en mi obra.
¿Hasta cuando, me pregunto?,
porque no quiero cesar
en este único asunto,
lo demás... sería vagar.

Ignorancia.

No es fácil saber vivir,
entonar nuestro latidos
a una forma de sentir,
que deben ser esculpidos.
Y, luego, capacitarnos,
sin volvernos hacia atrás;
se trata de no alternar
los conceptos, al compás.
Orillando nuestro miedos
hacia un mundo virtual,
con inteligentes fueros,
en sentido gradual.
Seamos mas consecuentes
con nuestra propia razón
y algo mas inteligentes
al tocar la comprensión.
En todo está la virtud,
que se esconde ruborosa
en un importante alud,
por completo generosa,
feliz a nuestros principios,
para darle más empuje
en los primeros comicios,
como, al principio, ya dije.
Siempre alegres, positivos,
en aras de la verdad,
sobre todo, comprensivos,
¡esa es la felicidad!

Próximo camino.

La vida no la torcemos,
es ella la que nos tuerce,
según como la movemos,
parece que hasta nos muerde.
Por tanto, si no percibo
por la propia voluntad,
con un sueño lo consigo,
esa es la pura verdad.
Por consiguiente, soñando
en un mundo venturoso,
ya puedo seguir amando,
que es el placer mas hermoso.
Que lo tengo ya labrado
y no hay gusto ni deseo,
para que sea abortado,
según como yo lo veo.
A soñar todos, a una,
en próximo destino,
que esté lleno de ventua,
siguiendo nuestro camino.

Albuñol.

Todavía, sigo soñando
con mi admirado pueblo,
que me estaba esperando,
tiempo ah, y ahora vuelvo.
Un destello de emociones
sacuden mi interior
y llena de ilusiones,
vislumbro su alrededor.
Sus montañas, sonrosadas
por los almendros en flor
y sus casas empinadas
expandiendo su olor.
Su plaza, donde jugaba
con mis amigas queridas,
su recuerdo me ahogaba.
¡Tantas hazañas vividas!
La escalera hacia la iglesia,
como antes, empinada,
con idéntica estrategia,
dentro, bien engalanada.
Sus gentes, me rodeaban,
con sus flores, con sus rosas
y, airosas, me saludaban,
entrañables y jocosas
Un adiós encariñado,
se repitió con tristeza;
y mi "hasta pronto", llorado
un presagio de entereza.

Sigo...

Feliz despertar.

Quisiera vivir durmiendo,
mientras el virus durara
y olvidar el sufrimiento,
hasta que no despertara.
Como un lapsus silencioso
de ilusión, de bienestar,
de ventura, armonioso,
con un grato espabilar,
sin quedar ningún recuerdo
de ese pasado funesto,
que, sin ello, nada pierdo,
recuperando mi puesto;
el alegre, el divertido,
con deseos de pasear
con elegante vestido,
para, luego, alardear,
en mi lugar preferido:
la misma cafetería
que dio paso a mi albedrío,
rimando lo que quería.
¿Será posible este sueño?
Me regocijo pensando
que volveré a ver al dueño,
leyendo y... desayunando.

Sonrisa.

La vida es un compendio

de desgracias y alegrías,

equilibrado remedio,

disperso, según los días.

Hoy, me levanto con ansias

de "comerme" el mundo entero

y, valgan las circunstancias,

mi familia es lo primero.

Devengo las circunstancias,

para pensar en los míos,

con mis infinitas gracias

y mis pasados hastíos.

Todo aquello ya pasó

y yo vuelvo a sonreír,

el tedio, también, voló

y mi premisa, es vivir.

El alma, como intangible,

se merece mucho más

y el espíritu, que es libre,

no se rendiría jamás.

Gracias!!!

Veo, que el virus no nos quiere,
ni a mí, ni a mi descendencia,
¡que alegría me deviene
en esta gran transcendencia!
Ha sido una lotería,
la que nunca me tocaba,
la única que quería,
la que mas me ilusionaba.
Debo cantar a la vida,
con puro agradecimiento,
por la dicha conseguida,
en este insano momento.
¡Aleluya, Madre mía,
que has plasmado mi respeto
de emoción, melancolía
y felicidad, al completo!!!

Frenesí.

La lluvia, se está llevando
este frenesí de duda,
parece que está aclarando
esta controversia aguda.
Espero salir dichosa
de este triste escenario,
de tendencia escabrosa,
similar a un relicario.
Veré a mis familiares,
que estoy deseando verlos
y a todas mis amistades,
para hablar, para tenerlos.
Seré como quiero ser,
como me lo pide el alma,
con alegría, con placer...
si finaliza la alarma.
No amo la multitud,
pero tampoco la calma;
la soledad es un alud,
un desprecio que me alarma.
Espero ser natural,
simplemente, como soy:
extrovertida, cordial,
para saber donde voy.

Bonanza.

Cuando la vida se encierra
entre el virus y los años,
parece que te entierra
entre estos dos escaños.
Quiero ser mas positiva,
como siempre lo he sido,
ahora estoy obsesiva,
el buen humor lo he perdido.
Me esfuerzo en estar contenta,
en tener hermosos sueños,
pero con esta afrenta,
solo ellos son los dueños.
El tiempo pasa muy lento,
que llega hasta el desespero,
no es fácil estar contento,
que vuele es lo que espero!
No obstante, la esperanza,
aún no está agotada,
esperando la bonanza
que tenemos diseñada.
Llegarán días mejores
para paliar el dolor,
se abrirán todas las flores
y nos saciarán de olor.

"Tatas".

Mi familia está dispersa,
distante de mi ciudad,
una situación adversa,
de clara ambigüedad.
Por consiguiente, mi vida
se resiente de cariño;
estoy bien atendida,
como si fuese un niño.
Amparada por mis"tatas",
personas muy responsables,
en definitiva, gratas,
pero no son familiares.
De vez en cuando, recibo
las visitas de mis hijos
y entonces, si que percibo
sus amores, que son ricos
en besuqueos y caricias,
con tanta veneración
que, aparte de las primicias,
serán otra antelación.
Este virus, nos somete
a un sacrificio mayor,
que a todos nos compete
y es muchísimo peor.

Infancia.

Mi recuerdo es infantil,
de placeres añadidos,
mas o menos, mi perfil,
con juegos extrovertidos.
Era bastante estudiosa,
en exceso responsable
y muy poco revoltosa,
con un carácter amable.
En clase, era la primera,
quizás por lo reflexiva
y lo educada que era
al tomar la iniciativa.
Yo creo, que ahí lo erré,
demasiado a mi edad,
travesuras desprecié,
por mi responsabilidad.
Tuve una niñez preciosa,
de cariño abastecida,
recatada y ruborosa,
pero, de infancia...perdida.

Contención.

La vida, nos ría o nó,
es un placer conservarla´
por lo tanto, ahora, yo,
disfruto con emplazarla,
a otro ambiente no es posible,
por la obediencia a seguir,
eso si que es admirable,
lo importante es vivir.
He ahí, la inteligencia
por cambiar esas corrientes,
con escasa diligencia
y errores menos frecuentes.
Me amoldo a la situación,
con el espíritu alegre,
morirse, no es la intención,
ni tampoco lo es la fiebre.
Si nó, ¿que sería de mí,
si empeorara la vejez?
ya degradada por sí,
no debo hacerlo otra vez,
aunque debilucha estoy
y eso si sería plausible,
lo intentaré, desde hoy.

Payasos.

Somos como los payasos,
en un ambiente circense,
que vimos en muchos casos,
bonitos y sonrientes.
Con las caras muy pintadas,
de distinto colorido
y las bocas coloradas,
de rito extravertido.
Sea como sea, su talante,
su única condición,
será la risa constante,
tanto si le gusta, o nó..
Nosotros, tal como ellos,
nos sentimos obligados
a pegar los mismos sellos,
pero siempre enclaustrados.
Vivimos en las tinieblas,
oscurecidos, por tanto,
sin disiparse las nieblas,
preguntando:¿hasta cuando?

Libro.

Cada persona, es un libro
de vivencias, de emociones,
por el mio, ahora vibro.
¡Son tantas las sensaciones!
Muchos años bien guardados,
en el fondo de mi alma
que, algnos, están cerrados,
para no turbar mi calma.
Mi vida no ha sido fácil,
por el tifus, por la guerra,
alguna pudo ser grácil
y la otra, menos tierna.
No voy a dilucidarla,
porque prefiero  no hacerlo,
ni tampoco publicarla,
no me gustaría leerlo.

Mundo cabal.

Hoy, tengo lluvia bendita,
un honor para la tierra
que tanto la necesita,
para los frutos que entierra.
Despeja mi aburrimiento,
con su olor tradicional
y abre mi entendimiento
hacia un mundo mas cabal,
que analice la esperanza
y la limpie para siempre
de esta desconfianza,
para que no se contemple
y arrope las ilusiones
hacia términos sencillos,
sin líos, sin complicaciones,
para el bien de los chiquillos,
que hieren hasta sus jugos,
sin saber cómo y por qué:
hoy, deseo que mis ruegos
se inclinen hacia el sí sé,
para ampliar relaciones
en colegios y amistades
y para hallar diversiones,
con sus propias facultades.
Yo, cumplí con mis deberes,
ví mas de lo que debía,
no me faltan los haberes,
¿Qué me falta, yo diría.?

Ambición.

Siempre queremos llegar
mas allá de lo sabido,
con la idea de superar
el placer de lo aprendido.
El cerebro es insaciable,
sabihondo, inconformista,
un factor incomparable,
de la sapiencia prevista.
Pasa por ese motivo
de abrir ese descontento
a algo mas positivo
de memoria, de talento.
Es poco lo que sabemos,
aún creyendo que es mucho,
al futuro lo tenemos,
me parece, menos ducho.
Me mueve la incertidumbre
de quedarme como estoy,
sin embargo, la costumbre
desabrirá loque soy.
Para mí, es tarde ya;
mi memoria, no consiente
que me mueva para allá,
me basta con el presente.

Alivio.

Esta inspiración bendita
que me ofrece este día,
una esperanza inaudita
de ventura, de alegría.
No me recuerda los males,
al contrario, sensaciones
de otros pueblos de otros lares,
mezclados con ilusiones,
las que nos lleva al suspiro
al amor, la confianza,
a las personas que admiro,
de altura o de labranza.
Para mí "to er mundo e giuelueno",
no hay diferencia de clases,
ni el familiar, ni le ajeno,
así siento yo mis bases: ,
que aún no están clausuradas,
aunque lo esté mi salud
¡Olé mi tierra andaluza.
de la alegría del amor,
del arte que la endulza.
con el jazmín, que es su olor.

Yo...tú.

Esta luna tan hermosa,
que vemos de vez en cuando,
mucho mas explendorosa,
para que la siga amando.
Siempre la he distinguido,
como emblema del amor.,
muchas noches he vivido
buscando su resplandor.
Desde niña la gocé,
después, en mi juventud,
donde tanto disfruté
de su enorme gratitud,
 Ella, me enseñó a amar
al lado de la corriente,
de las olas y del mar,
con su luz resplandeciente.
Una joya en mi camino,
que, antaño, la valoré,
en mj vida, en mi destino,
y siempre la adoraré.
Es un trato, invisible,
que existe entre las dos,
aunque, siempre, imperceptible
y lo será, hasta mi adiós.

Resignación

Me sumerjo en el abismo
y una vez bien encerrada,
me olvido de este algoritmo
y me siento reforzada.
¿Algo mas se puede hacer
para paliar desventuras?
Si las hay, yo no las sé,
solo ésto, si me apuras.
El futuro está vedado
para mí, sobradamente,
algo tengo, figurado,
que me congela la mente.
Mientras tanto, me resigno,
como creo que los demás,
y, mientras tanto, designo
al culpable y nada más,
que todos desconocemos,
lo que, también, nos apura,
porque término no vemos,
aumentando la clausura.
¿Cuando volveré a salir
a la calle, que lo espero?,
para, entonces.revivir
el camino que yo quiero.

Jazmín.

Vive aquel jazmín hermoso,
que traje de Andalucía,
lo podamos, doloroso,
y, ahora, crece día a día.
Que dá vida a mi terraza,
con su olor exacerbado,
que por las  noches abrasa
a quien tiene a su lado.
Durante el invierno, muere
y en la primaver empieza
a expandir su grato olor,
poco, a poco, con mas fuerza.
Entre mis otros olores:
claveles, gardenias, rosas,
me arrebatan los dolores
y me alumbran, hacendosas,
hacia un mejor futuro,
que esperamos con ahínco,,
mas contento, menos duro,
para saltar, dar un brinco.

Despacio.

Pasan muy lentas las horas
y mi sangre fluye ardiente,
como cuando te enamoras,
que te embruja la corriente.
El reloj, corre a su ritmo,
como si nada ocurriese,
deprisa sería lo mismo,
quizá mas nos ofendiese.
Nuestro corazón, depende
de un tictac acompasado,
si ese tictac se suspende,
sería peor que el pecado.
No podemos correr mucho,
porque espera la ansiedad
y eso sería un mal cartucho,
para la efectividad.
Paciencia, mucha paciencia,
que es lo que nos hace falta,
y encerrar la diligencia
hasta que nos den el alta.

El viento.

Me remito a aquel día
que oí la fuerza del viento,
en La Rábita sería,
que estuve allí ese tiempo.
Jamás lo había escuchado,
me sorprendió su crudeza,
con todo mi pelo alzado,
a pesar de su grandeza,
Esta fué la única vez,
no ha habido otra alguna
y, ahora, en mi vejez
la destaco, con locura.
Os sorprendereis quizás,
la sorprendida fuí yo,
que no anduve al compás
del aire, que me tumbó.
Añoranza escondida,
que no sé por qué razón,
ha salido de mi vida
y ha abierto mi corazón
a tiempos de mi niñez,
que fueron muy dadivosos,
tantos, una y otra vez,
sin duda, los mas hermosos.

El sino.

Desde la cuna, venimos
con el sino diseñado,
sin perturbarnos seguimos,
será lo que está mandado.
Ser bueno y generoso,
o ser malo y perbertido,
no están en  el mismo coso,
siempre estará dividido.
Todo tiene su importancia,
aunque mas, la educacion,
la lealtad o la vagancia,
en distinta valoración.
Pobre o rico al nacimiento,
en la manera de obrar,
quizás el procedimiento
sea despreciar o amar.
En la vida se valora
la comprensión la bondad
y, en la muerte, a deshora,
solo la marginidad.

Rebelde.

Todavía tengo un dominio,
frágil, pero suficiente,
de perspectiva, de alivio,
para mi sufrida mente,
que, en principio, me aguanta,
en sentido figurado,
y hasta, a veces, me levanta
el humor, casi acabado,
que me preocupo en guardar,
porque sin él, no soy nadie,
muy poco para avanzar,
para que mi luz irradie.
La opacidad es un  lastre
para el propio subconsciente,
porque abatiría, en parte,
nuestro buen conocimiento.
Hago y deshago a mi gusto,
todavía no tengo freno,
si no pudo, me disgusto,
(esto no es nada bueno).
Soy rebelde como un niño
y eso me mueve a pensar,
por eso, luego, me ciño
a obedecer y callar.
Mi fragilidad es ejemplo,
que da paso a la verdad,
parecida a un templo
de profunda identidad.

Estupor.

La vida se mignifica
si ensucias tu conciencia
y esto mismo significa.
aumento de displicencia.
Te vueles introvertido,
todo el mundo te molesta.
taciturno y cohibido,
hasta el honor lo detesta.
Eres otro, no el mismo,
te estorba hasta la camisa,
hundiéndote en el abismo,
hasta tu mente es concisa.
Despierta, si estás a tiempo,
vuelve a la vida, que es tuya,
procura estar contento,
para que tu estupor, huya.

¡Vaya sueño!

Me desperté en un terreno
estrecho y muy profundo.
lleno de malea y cieno,
creo que no me confundo.
No podía ni dar un paso,
el miedo me lo impedía,
era tarde, en el ocaso
y la luna se escondía.
Me movía con esfuerzo.
quería llegar a un riachuelo,
pero, de pronto, me tuerzo
y llego a un profundo suelo.
y ya, me sentí dichosa
y emprendí una escalada
mas, la luna prodigiosa,
me alumbró hasta la ensenada.
Allí, tanto yo lloraba,
como nunca había llorado
que el llanto me despertaba,
¡Vaya sueño desastrado!
Entre trastornos y sueños,
me tienen martirizada,
las mentiras son los dueños
de esta vieja tan lanzada

Perdida.

Ahora, tengo mas contactos
por teléfono, que antes
y bastantes menos gastos
que, en tarjes, eran constantes.
Paso con cualquier atuendo,
sin importancia, de casa,
que todo el día lo mantengo
y ninguno se desfasa.
Casi que no necesito
ayuda para vestirme,
sin preocupación me visto
y no tengo que exigirme.
Algo bueno he encontrado,
no todo ha de ser funesto
en desgracias, me he pasado,
hoy he cambiado de gesto.
Ayer, fué un día pernicioso,
de los pocos de mi vida,
que hoy, lo tildo de odioso.
¡Estaba, casi, perdida!!!