sábado, 18 de abril de 2020

"Tatas".

Mi familia está dispersa,
distante de mi ciudad,
una situación adversa,
de clara ambigüedad.
Por consiguiente, mi vida
se resiente de cariño;
estoy bien atendida,
como si fuese un niño.
Amparada por mis"tatas",
personas muy responsables,
en definitiva, gratas,
pero no son familiares.
De vez en cuando, recibo
las visitas de mis hijos
y entonces, si que percibo
sus amores, que son ricos
en besuqueos y caricias,
con tanta veneración
que, aparte de las primicias,
serán otra antelación.
Este virus, nos somete
a un sacrificio mayor,
que a todos nos compete
y es muchísimo peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario