Me aparté de tu lado, de tu vida,
a la fuerza, con todo mi pesar.
Me sentí gravemente ofendida,
por la extraña manera de enfocar,
nuestro vivir, la liberad perdida,
que tú, tanto, empezabas a añorar.
Yo me sentía tranquila, sosegada,
en nuestra convivencia, nuestra unión,
lo importante era sentirme amada,
me complacía nuestra situación,
a la que me sentía entregada
y acoplada a la perfección.
Tú, sin embargo, parecías ausente,
dubitativo, un tanto agobiado.
El pasado ocupaba tu mente
y te considerabas fracasado.
¡Que pena que fuera diferente,
lo que, con tanto amor, había soñado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario