Si tú no estás, yo no estoy.
Si tú no ves, yo no veo.
Por donde tú vas, yo voy
y lo que tú dices, creo.
Esa confianza en ti,
tú solo te la has ganado,
por tu cariño hacia mi,
insistente, redomado.
Siempre, siempre, persistente,
sin traslimitarte en nada,
a todas horas, presente,
como si fueras mi hada.
Me envuelves en tu regazo,
me vigilas, me protejes,
unidos en un abrazo.
¡No te vayas, no me dejes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario