sábado, 29 de agosto de 2015

Profusión de belleza.

Contemplo, de parte a parte,
un manantial de belleza.
La propia naturaleza,
que desprende tanto arte.
Veo las rocas, esparcidas,
en el mar, erosionadas,
por las olas, despiadadas,
pero, radiantes y erguidas.
Una estampa magistral,
de luz y de colorido,
que, hoy, por suerte, he percibido,
en marco espectacular.
El azul, tan luminoso,
que al horizonte enmarca
y que tanto espacio abarca,
lo hace mas esplendoroso
y el murmullo, susurrante,
de las olas, en la arena,
en una tarde serena,
es, simplemente, expectante.
Hay recónditos parajes,
dignos de ser contemplados,
casi, casi, marginados,
sus arbustos, sus paisajes.
Nuestros ojos, son espejos,
de belleza, en profusión,
en cualquier contemplación,
para dejarnos perplejos.

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