sábado, 18 de octubre de 2014

Juego peligroso.

Sigo la conversación,
que se inició el otro día.
sin querer y a la sazón,
me diste contestación,
aunque me desconocía,
Y empezó nuestra amistad,
a distancia, llanamente,
inspirada en la lealtad,
que, a mi juicio, es la verdad,
lo primordial en las gente.
Yo creo, que, en esta postura
en que los dos nos hallamos,
para mí, un tanto oscura,
quizá, demasiado cruda,
para que la prosigamos.
Es  conveniente, aclarar
los conceptos formulados,
las cosas, puntualizar.
Por eso, te voy a hablar
de esta amistad, que iniciamos.
Panegírico, no es,
lo que yo intento esbozar
a esa amistad que, tal vez,
la empezamos al revés,
(por mi parte, nada más).
Pues, todos, consideramos,
que lo que se debe hacer,
en principio, presentarnos,
para que nos conozcamos
y amigos podamos ser.
Me gusta jugar con fuego,
aunque no quiera quemarme,
quizá, lo haga, porque puedo,
mas, no debo confiarme.
Mi aplomo y seguridad,
me dan fuerzas para ello,
aunque, una intranquilidad,
por chamuscarme, yo tengo.
Tal vez, si reflexionara,
este juego dejaría
y, así, ,no me quemara,
pues, luego, me dolería.
Pero, siento una atracción,
que me hace participar
en el juego del amor,
aunque me pueda quemar.
Entre dos juegos, a veces,
a situarme me atrevo
y, mentira me parece,
que mi cuerpo salga ileso.
Y, así, cada vez, prefiero
correr riesgos superiores
y, a este "deporte", me entrego
y sé que es de los peores.
Lo fácil, me ha disgustado,
busco originalidad
y, esa búsqueda, ha creado
más de una dificultad.
Debiera de retirarme
de ese juego peligroso,
que, un día u otro, vendrá a darme
un resultado penoso.
Pero, ahora, me divierto,
puede ser, que porque vea
que, de perder, poco pierdo,
aunque yo no me lo crea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario