lunes, 30 de diciembre de 2013

Inocencia.

Como en aquellos tiempos de mi niñez,
me entusiasma leer los mismos cuentos,
que todos empezaban: "Había una vez"....
y de los que he leído algunos cientos.
Su enorme ingenuidad, su fantasía,
me alejan de este mundo de falsedad,
me remonto a los años, en que creía,
que todo lo narrado, era verdad.
Necesito alejar de mi conciencia,
la realidad, su prosa contenida,
la madurez y mi larga experiencia....
Y, al recordar mi época perdida,
erigiré un altar a la inocencia,
que es el Don más preciado de esta viuda.

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