domingo, 9 de febrero de 2014

A mi nieto Alejandro.

Aunque, eres un niño, revoltoso,
por tu alegría, por tu vitalidad,
al mismo tiempo, eres cariñoso
¡y tan inteligente, por tu edad!,
que sorprendes, a cuantos te rodean,
contagias tu alegría a los demás,
por más malhumorados que ellos sean,
proyectando sus penas hacia atrás.
Tu inocencia, tu gracia y tu candor,
sobre todas las cosas, prevalecen
A tu lado, yo, no siento dolor,
tus caricias, me rejuvenecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario