viernes, 14 de febrero de 2014

Tergiversar.

Cuando estamos conversando,
de temas interesantes,
asintiendo, tú callando
y pasan unos instantes,
antes de manifestarte
y entrar a participar,
verbalmente y tomar parte,
en cuestiones a tratar,
tergiversas lo opinado
y originas discusiones.
Ya, no vale lo aceptado
y buscas otras versiones,
que difieren, hartamente,
de nuestra conversación.
Algo pasa por tu mente,
que entras en contradicción,
formando un desaguisado,
que, a todos, nos desconcierta,
estando equivocado.
Después, tu psiquis despierta
y quieres rectificar,
pero, ya has originado,
con tu manera de hablar,
desagradable, altercado.
Tu escasa seguridad,
te mantiene indeciso,
aunque, crees que tu verdad,
tiene el sentido preciso,
para entrar a discutir.
Te encanta decir que sí
y, luego, contradecir,
porque es un no, para ti.
Aprende a ser más formal;
piensa, antes de enjuiciar,
lo que está bien o está mal,
antes de tu opinión dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario