sábado, 22 de febrero de 2014

Mi niñez.

Hoy, moja el mar, mis pies, embravecido
y, quizás, me contagie su bravura,
pues, la inquietud me angustia, me tortura,
como, jamás, me hubiese parecido.

Sus, altas olas, me han estremecido
y han llenado mi alma de amargura,
con el paso del tiempo, aún, perdura
y hacen vibrar mi cuerpo, envejecido.

Recuerdo, con nostalgia, aquellos días,
de mi niñez, tan lejanos, ahora,
con mis locas y alegres correrías.

Por la playa, al despertar la aurora,
todo eran saltos, risas, alegrías.
Un tiempo, tan feliz, que mi alma añora.

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