miércoles, 12 de marzo de 2014

Albuñol.

Si pudiera borrar lo sucedido,
durante el largo espacio de mi vida,
lo primero, sería la despedida
de mi niñez, el tiempo más querido.

Fui feliz en un pueblo, escondido,
libre, aunque sujeta y sometida,
a la buena educación habida,
en mi hogar, en donde había crecido.

Después, vinieron  todos los pesares,
incluyendo la guerra, privaciones,
desequilibrios, fugas, avatares.

Un sinfín de pequeñas situaciones,
penetraron en todos los hogares
y, en el mío, con pocas soluciones.

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