Cuando estoy atormentada,
por reveses de la vida,
me siento sola, cansada,
acongojada, perdida.
Me corre un frío, tan intenso,
por el cuerpo y por las venas,
que, sin querer, solo pienso,
continuamente, en mis penas.
Obsesionada, me inhibo,
del mundo que me rodea
y soy, porque lo percibo,
de mis sufrimientos, rea.
Y me cuesta liberarme,
de esa garra, que me oprime,
que se esfuerza por ahogarme,
mientras mi corazón gime.
Saco fuerzas de flaqueza,
para ganar el combate,
recuperar la entereza
y conseguir el rescate.
Porque, si no, me hundiría,
en el cieno de la vida
y, sola, me ahogaría,
si me sintiera vencida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario