El silencio, puede ser elocuente,
tanto como para comunicarse,
sin miedo ni temor a equivocarse,
con vocablos, atropelladamente.
Es necesario, tener presente,
para esta forma de expresarse,
que, sobre todo, hay que basarse,
en lo que piensas, constantemente.
La forma, los principios, vibraciones,
educación, respeto, afinidad,
valoración constante, apreciaciones.
Y, sobre todo, amor..., en cantidad,
exento de egoismo y frustraciones.
Ese es el "coktel" de la expresividad.
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