El sol, sus rayos ardientes,
queman mi piel y me enferman.
Mis sentidos, son conscientes,
de que mi salud la merman
y, sin embargo, me siento,
por su calor, atraída
y, todo, se lo consiento,
sabiendo que estoy perdida.
¿Por qué es tan fuerte su influjo,
si sé que me está matando?
¿Pienso, quizás, que es un lujo,
el color que me está dando?
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