Cuando en mí te fijaste, yo bendije
el hado, que uniría nuestros destinos.
Sin entonces saberlo, ya predije,
que, juntos, andaríamos los caminos,
que esta unión, nos haría fuertes y dignos.
Al amor y a la fe, siempre sensibles,
porque el zodiaco puso en nuestros signos,
muchas afinidades, intangibles.
Las que, aunque no se ven, están ahí,
alumbrando el futuro y el presente,
allanando el camino que elegí,
sin hacer caso al tiempo, ni a la gente.
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