Me encontré, el otro día, meditando,
como desarrollar mis pensamientos
y estuve mi futuro organizando,
rompiendo lo que queda de otros tiempos.
Hay cosas que, por siempre, ya murieron,
que están muy relegadas al olvido,
que dudas, si de veras, existieron,
e ignorarlas representan un alivio.
Sin embargo, hay cosas, todavía,
que las sientes latir dentro del alma,
que las vives, un día y otro día,
que quieres olvidar, pero turban tu calma.
Son recuerdos muy gratos, muy queridos,
que, aunque lejos están de tu memoria,
con tanta intensidad fueron vividos,
que marcaron un tramo de tu historia.
¿Por qué, me preguntaba el subconsciente,
te empeñas en volver a lo agradable
y quieres olvidar, tan solamente,
lo que causa pesar, lo deplorable?
Quizá, será porque lo necesitas,
porque es grato soñar, de vez en cando,
porque, acaso, este sueño te permita,
lo triste del pasado ir olvidando.
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