viernes, 25 de julio de 2014

Mi vida.

Si, yo, pudiera narrar
mi vida, tal como es
y como ha sido, a través,
de los años, al pasar,
feliz me habría de sentir,
al ir rememorando
el por qué y el cuando,
de mi forma de vivir.
Como no se si podré,
ni si me veré capaz,
de llegar a ser locuaz,
al menos, lo intentaré.
Dejaré mi voluntad,
totalmente, a la merced
y aprisionada en la red
de la voluptuosidad.
Aunque, ciertamente, se
que, entre reir y llorar,
me tendré que decantar
por lo segundo y dar fe.
De niña, supe reir,
feliz, a pleno pulmón,
con todo mi corazón,
sin saber que era sufrir.
Con mi familia, viví
sin conocer la maldad;
para mí, la falsedad,
siempre, la desconocí.
En mi círculo, no entró
mas que la felicidad.
Una bella realidad,
que, más tarde, se acabó.
Cuando la guerra estalló,
aprendí qué era luchar,
con impaciencia, rezar,
hasta que, ésta, se acabó.
Pero, ese tiempo, marcó
mi alma, inmaculada
y, muy desconsolada,
otro periodo inició.
La responsabilidad,
a mi vida se asomó
y ya no se separó,
desde aquella corta edad.
Apareció la inquietud,
la lucha por subsistir,
no fue tan fácil reir,
fue una triste juventud,
que, estoicamente , acepté,
pues, entonces, la ilusión
hacía su aparición
y a ella me aferré.

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