viernes, 4 de octubre de 2013

Preocupación

Todo lo que a ti´respecta,
me preocupa, enormemente,
puedo estar triste o contenta
y, solo, de ti´depende.
Si veo tu semblante triste
y tu mirada apagada
y considero que existe
una súplica, callada,
por favor, dime, deprisa,
el motivo de tu pena,
antes que yo te lo pida,
sin dilación, sin espera.
Haz, pronto, tu confidencia,
para aliviar tus pesares
y grábate en la conciencia
que tus males, son mis males.
Y una vez estés impuesto
de que tu pena es la mía,
espero que estés dispuesto
a contármela enseguida.
Acaso, la estés basando
en una apariencia falsa
y tus dudas, van minando,
muy crudamente, tu alma.
Por eso, hoy prometemos
que, muy pronto, hay que explicar
cualquier duda que abriguemos,
para poderla aclarar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario