En el horizonte, vemos
una linea divisoria,
que se graba en la memoria,
para que nos recreemos,
de la visión, sugestiva,
que, "a priori", confundimos
y que, después, conseguimos
aclarar la perspectiva.
Igualamos cielo y mar,
como si fuera lo mismo
y, en verdad, hay un abismo,
que nos aboca a pensar,
en la inmensa geografía,
de este mundo que habitamos
y, por poco que sepamos,
nos conduce a otra vía,
a la de la realidad,
que se puede descubrir,
con un método a seguir,
que nos lleve a la verdad.
Navegando sobre el mar,
si el final queremos ver,
nunca, a nuestro parecer,
lo podemos encontrar.
El horizonte, se aleja
y a nuestra clara visión,
le parece una traición,
porque perplejos nos deja.
Si, desde el mar, contemplamos,
tan hermoso panorama,
sin querer, nos extasiamos,
de tan perfecta amalgama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario