¡Cómo te amo Dios, como te amo!
No puedo alejarte de mi mente.
Soy dichosa y, también, soy consciente
de tu amor que pido y que reclamo.
A todas horas, te busco, te llamo,
para que a mi acudas prontamente,
una y otra vez, constantemente,
en mi dulce vagar, en cualquier tramo.
Sin tu amparo, me siento desvalida,
carente de ilusión y de emociones.
Necesito que ilumines mi vida.
Para alejar, vicios y tentaciones;
sin esa protección, estoy perdida.
Sólo tu Luz, ahuyenta mis pasiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario