Caminando por la vida,
sin prisas, pausadamente,
tildada o favorecida,
por los amigos, la gente.
muchos años han pasado,
con vivencias variadas,
ha reído y he llorado.
en las etapas pasadas.
Supe del amor perdido,
de engaños, desilusiones.
me han querido y he querido,
en multitud de ocasiones.
También, supe despreciar
a amantes, a pretendientes,
quizá, para nivelar
los desamores frecuentes.
Al horizonte, he mirado,
en actitud positiva,
aunque, a veces, se ha trocado,
al revés, en negativa.
Pero, siempre, caminé,
hacia el mañana, muy firme
y, aunque barreras hallé,
no lograron confundirme.
Nunca enterré la moral
y, afín con la honestidad,
comparé el bien y el mal,
para encontrar la verdad.
Esa verdad que buscamos,
para encarrilar la vida
y, pocas veces hallamos,
porque es desconocida.
Debido a ello, he tenido
vaivenes en mi existencia:
he gozado y he sufrido,
con una u otra experiencia.
Es bien cierto, que la edad,
nuestros miembros envejece
y nuestra vitalidad,
poquito a poco,decrece.
Pero, también, cierto es,
que nos da sabiduría,
para enjuicia lo que ves
y aconsejar, con maestría,
Si es cruel envejecer,
lo que no puedo negar,
y es injusto, a mi entender,,
no admitirlo, renegar.
Debemos de asimilar
ese estado, natural,
bendecir poder llegar,
tranquilos, a ese final,
que nadie puede librarse
y aceptar, por consiguiente,
sin querer atormentarse,
la asignatura pendiente.
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