miércoles, 20 de noviembre de 2013

El fín

La muerte lo persiguió,
insistente e implacable,
hasta que, pronto, atrapó,
de manera deplorable,
a su presa, que dejó
de luchar, para entregarle
su vida, que tanto amó.
Lo hizo, de forma inconsciente,
sin llegar a comprender
el momento trascendente,
lo que podía suceder.
Como un pobre adolescente,
que hallara, en este ceder,
alivio, en su subconsciente.
No supo que iba a morir,
a donde se dirigiera
y se resignó a seguir,
el camino que escogiera
la muerte, para impedir
que su cuerpo se venciera,
con tan intenso sufrir.
Y, día, tras día, pude ver,
su enfermedad avanzando,
resquebrajando su ser,
sus fuerzas debilitando,
hasta llegar a perder,
el calor que le fue dando,
la propia vida, al nacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario