Sé que eres feliz conmigo,
pero, ¿te has preocupado
si yo, lo soy contigo?
Tú, nunca, te has preguntado,
si yo no pudiera serlo.
Cómodamente, has vivido
y no has querido saberlo,
porque todo lo has tenido.
En cambio, a mi, me ha faltado,
sobre todo, comprensión,
siempre, estás ego centrado
y tu pobre educación,
me altera y entristece.
Te falta el saber estar
y, como estás en tus trece,
nunca quieres claudicar.
Tu goce es lo primordial,
que goce yo, no te importa,
tu egoísmo es radical
y, a mi, disgustos me aporta.
Sin embargo, tú me dices:
que te gusto y que me quieres,
crees que somos muy felices.
No sabes cuanto difieres,
en gustos, en ilusiones.
Tú sueñas en singular
y con hartas pretensiones,
sin deseos de cambiar.
De mis sueños, no te enteras,
ni te preocupa mi estado.
Me gustaría que tuvieras,
el don de ser delicado.
Voy siguiendo, de momento,
sumisa, siempre, a tu vera,
aunque, siempre, sin lamento,
mi sometimiento espera
que cambie esta situación.
Si así sigo, pensaré,
en cambiar mi posición
y Dios sabe lo que haré,
porque vivir de este modo.
entiendo, que no es vivir.
Hay que compartirlo todo,
creo, que no es mucho pedir.
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