Voy a explayar mi alma para ti,
que tan distante estas de mi presencia,
no obstante, te grabé en mi conciencia,
tanto, que hoy, yo creo, no te perdí.
Mucho amor, mucha entrega yo te di.
De mi alma, saqué toda la esencia,
para quererte y llorar tu ausencia,
en silencio, por lo feliz que fui.
No esperaba esta fugaz partida,
amparada en tu edad y juventud,
pero, a veces, nos castiga la vida.
Inmensamente, con toda magnitud.
Mientras viva, conservaré la herida,
siempre que Dios, a mi, me de salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario