Si el pasado pudiera borrarse,
como al lápiz lo borra la goma,
perdería, para siempre, el aroma
de perfidia, que supo mofarse
de mi estado anterior y alejarse,
para hablar en mi vida otro idioma,
que vislumbro que, aprisa, se asoma,
para hacerme feliz y quedarse.
No merezco hundirme en el lodo,
que a mi cuerpo, con saña, enterró.
Hoy, prefiero vivir de otro modo,
el que quiero y mi mente soñó.
En mi entorno, ha cambiado todo,
digo adiós al dolor.¡Se acabó!
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