Solamente, una vez, te he dedicado,
de manera sencilla y natural,
un trozo de tu ayer, versificado,
repleto de entusiasmo maternal.
Hoy, de nuevo, que celebras tu santo,
quisiera, que estas líneas, te llevaran
todas las bendiciones y, por tanto,
tus ansias e inquietudes te calmaran.
Porque sé, que eres noble y consciente,
del deber que la vida te ha asignado,
sembraría de rosas tu presente
y el futuro, que Dios te ha reservado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario