En el umbral de mi vida,
puedo ser feliz .. y mucho.
Me siento agradecida,
pues, hasta la mar escucho.
Las olas, con su vaivén,
los pájaros, con sus trinos,
todo, envuelto en un edén,
de placeres anodinos.
La diversidad de flores:
jazmines, violetas, rosas...,
de innumerables colores,
bonitas, esplendorosas,
me envuelven, muy dulcemente,
en un sopor delicioso,
que agradezco, plenamente.
¡Es un placer melodioso!
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