Si estás triste y cansado
y te abate tu largo caminar,
si estás acongojado,
debes llorar.
Y, si tu llanto alguien lo consuela
y, con ello, te sientes muy feliz,
quizá, hallaste, por fin, tu alma gemela,
debes reír
Si esta mezcla, del llanto y de la risa,
te hace vibrar,
suavemente, como vibra la brisa
debes amar.
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