¡Cuantas veces ha sentido celos
y cuantas he estado ofuscada,
dominada por un sentimiento,
que ha dejado mi cuerpo sin alma!
Un sentir, tan extraño, tan fuerte,
muy violento, exento de calma,
que remueve todo el ser, por dentro,
demudando, con saña, la cara.
No se puede explicar con razones,
los motivos son imperceptibles,
pero están en el fondo, en el centro,
de esas cosas tan incomprensibles.
Si tú sabes los celos qué son,
es seguro que has sabido amar,
que conoces, muy bien, qué es pasión,
que no debo el concepto aclarar.
Y si tú no has sentido, jamas,
esos celos, de los que hablo yo,
ni hoy, ni nunca, tú comprenderás,
el dolor que, en mi alma, anidó.
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