No puedo analizar... y no analizo
el por qué de la vida y del amor.
Si lo hago, sufro, me martirizo
y me adentro en la pena y el dolor.
Es tan complejo todo, tan extraño,
enigmático y muy particular,
cualquier signo exterior, me mueve a engaño.
¡Costoso me sería dilucidar!
Acaso, todo sea una ilusión,
un fantasma creado por la mente,
una quimera que alienta el corazón,
ensombreciendo el alma y nuestra frente.
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