viernes, 17 de enero de 2014

A mi hijo, José Carlos.

¿Cuantos recuerdos me asaltan,
de tu niñez, de mi vida!
Innumerables, me faltan,
pues, me siento muy perdida.
Más, hoy, no puedo olvidar,
tu gracia, tu desenfado,
lo que me supiste dar,
en tu inocencia, a mi lado.
Eras, tan guapo y gracioso,
que me hacía feliz quererte,
me abrazabas, tan mimoso,
que gozaba, con tenerte.
Fue un oasis, en mi vida,
de una triste realidad
y una pócima, bebida,
de amor y felicidad.

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